Cita a ciegas

Cuando conocía a alguien del blog, es decir, que hubiera leído mi blog y por ello, generado el interés en conocer a quien escribía dichas sonseras, los patas terminaban diciendo: no vayas a poner eso en tu blog.
La verdad que yo no he contado cada encuentro que he tenido con mis lectores, de hecho, ni recuerdo algunos, pero bueno, hay algunos que merecen la pena ser contados a modo de "lecciones".
Aceptar citas a ciegas ha sido mi fuerte, incluso antes, cuando era mucho más tímida que hoy, era más lanza, quizá sería la edad? quizá sería el haber estado en una relación? quizá.... quizá era la novedad, no?
Ahora, algunos habían leído a la Divinamente Infiel, no a la Fiel, ellos pensaban que quería aventuras, cama, sexo, y bueno, sin ponerme mojigata, no era lo que yo quería... y no fué lo único que obtuve.
A raíz de unas "situaciones" acontecidas esta semana, y en base a lo pedido por las hermanas quienes me han hecho recordar esos tragicómicos sucesos, he decidido escribir y contarles esas cosas que he tenido que pasar con tipos en citas a ciegas en diferentes tiempos, pero siempre de manera curiosa :D
Lamento si tú, el que salió conmigo lee, bueno, da gracias que no pondré tu nombre... nooooooooo! Se dice el milagro pero no el tonto, perdón, el santo.

"Hoy tengo una cita a ciegas, no se quien me esta esperando ¿qué tal será la sorpresa? Mejor me voy preparando" Fanny Lu.