A mi querida hermana...
Tú me conoces, tú sabes lo que podría hacer y no, porque si, en cierta forma soy predecible y tú que has estado conmigo hace tiempo sabes las idioteces que soy capaz de hacer. Por eso, te quiero dar las gracias, por entenderme, por escucharme, por dejarme hablar y por poder hacerme escuchar también, por jalarme las orejas, por darme los lapos necesarios, porque contigo siempre puedo chismear, hablar de algo profundo pero también puedo rajar, hablar de temas vanales y de cómo me duelen algunas cosas, de mi familia, de mi chamba, de mi todo, y sinceramente, te doy gracias.
Has sido la hermana que nunca tuve, y no sé que haría si no pudiera llamarte en las noches, o si no te mandara un mensajito o algún correito para reportarme y decirte que me estoy portando bien -o mal- o como siempre, compartir nuestras noches en el messenger. Gracias por hacerme sentir lo más cercano a una hermana.
Gracias Ericka, gracias Betsy, gracias Mary, gracias Karen. (A todas en el mismo primer puesto)
Y muchas gracias más a todas las mujeres queridas que he tenido en este tiempo:
a Carol por darme ánimos y decirme que no sea monse y no llore,
a Daisy por decirme que nadie me odia,
a Carla por mostrarme que las relaciones no son perfectas, no importa la edad que tengas,
a Claudia por enseñarme que el matrimonio es un sacrificio,
a Silvia y Acela por mostrarme que uno se puede ir al otro lado del mundo y encontrar el amor,
a Carolina por enseñarme que puedes haberte equivocado y sufrido, pero al final el amor llega,
a Milita por mostrarme como uno puede tener errores, ver los errores en el hombre que ama y como amarlo más para sobrellevarlos,
a Evita por amar a un hombre y enseñarme que se puede formar una familia, que no tienes que ser flaca para ser felíz, solo ser tú misma,
a Gleny, por mostrarme que una mamá soltera puede tener una segunda oportunidad,
a Virginia, por confiarme sus secretos y las desdichas de su matrimonio pero sobretodo por mostrarme que no necesitas a un hombre para salir adelante, tú y tus hijos,
a Olga por quien supe que uno puede amar o divertirse y que siempre tenemos el derecho de sentirnos confundidas,
a Lili, por aceptar las cosas de la familia y cargar con ellas y aún así, seguir amandolos a todos,
a Sandra, por enseñarme como las parejas se pelean, se separan y luego se amistan, y tienen un segundo bebé,
a Mirtha, por no perder la alegría por esa niña preciosa que tiene, y su esfuerzo por ella,
a Lita, porque a veces no aprendemos, nos entercamos, creemos que es la última oportunidad y a veces consentimos demasiado,
y así tendría que mencionar a muchas más.
Gracias a todas porque cada día de una forma u otra, me doy cuenta que son todas maravillosas mujeres, y yo tengo la dicha de tenerlas como amigas.
En la foto con Daisy y Carol :) en el Oxford Day 2008.
Gracias Ericka, gracias Betsy, gracias Mary, gracias Karen. (A todas en el mismo primer puesto)
Y muchas gracias más a todas las mujeres queridas que he tenido en este tiempo:
a Carol por darme ánimos y decirme que no sea monse y no llore,
a Daisy por decirme que nadie me odia,
a Carla por mostrarme que las relaciones no son perfectas, no importa la edad que tengas,
a Claudia por enseñarme que el matrimonio es un sacrificio,
a Silvia y Acela por mostrarme que uno se puede ir al otro lado del mundo y encontrar el amor,
a Carolina por enseñarme que puedes haberte equivocado y sufrido, pero al final el amor llega,
a Milita por mostrarme como uno puede tener errores, ver los errores en el hombre que ama y como amarlo más para sobrellevarlos,
a Evita por amar a un hombre y enseñarme que se puede formar una familia, que no tienes que ser flaca para ser felíz, solo ser tú misma,
a Gleny, por mostrarme que una mamá soltera puede tener una segunda oportunidad,
a Virginia, por confiarme sus secretos y las desdichas de su matrimonio pero sobretodo por mostrarme que no necesitas a un hombre para salir adelante, tú y tus hijos,
a Olga por quien supe que uno puede amar o divertirse y que siempre tenemos el derecho de sentirnos confundidas,
a Lili, por aceptar las cosas de la familia y cargar con ellas y aún así, seguir amandolos a todos,
a Sandra, por enseñarme como las parejas se pelean, se separan y luego se amistan, y tienen un segundo bebé,
a Mirtha, por no perder la alegría por esa niña preciosa que tiene, y su esfuerzo por ella,
a Lita, porque a veces no aprendemos, nos entercamos, creemos que es la última oportunidad y a veces consentimos demasiado,
y así tendría que mencionar a muchas más.
Gracias a todas porque cada día de una forma u otra, me doy cuenta que son todas maravillosas mujeres, y yo tengo la dicha de tenerlas como amigas.
En la foto con Daisy y Carol :) en el Oxford Day 2008.
1 Comments:
Vivamos las chicas!!! Gracias sis!!!
jueves, junio 19, 2008 11:11:00 a. m.
Publicar un comentario
<< Home