Es más, te perdono.

El sábado fui al concierto de Myriam Quiñones. Simplemente maravilloso. Hace dos años fui por primera vez a un concierto que ella ofrecia para la gente de la lista de Contacto Personal -programa de radio San Borja- y fue encantador... hasta me hizo llorar con una canción!. Yo obviamente la conoci a traves del programa. Fue también a través del programa que reaprendi a escuchar trova. Yo habia escuchado a los clásicos Silvio y Pablo, Mercedes Sosa, y otros como Pedro Aznar, David Lebon -claro que en una nota mas rockeril.

Desde que oí su voz, simplemente me enamoré. El sentimiento que ella le pone a cada canción es indescriptible.

Llegamos al bar Unplugged en Barranco a las 10y15pm. Habían solo un par de mesas ocupadas. Velas, olor a incienso y nada más. Las luces bajas creaban un ambiente cálido y muy íntimo. El concierto comenzó a las 10y45. Empezó ella con un tema de Silvio.

Luego de una hora vino el intermedio. La segunda parte -para la cual ya habian llegado más asistentes- comenzó con un breve discurso introductorio. Escuché "Es más, te perdono" y fue como ella misma lo dijo esa noche "un flechazo al corazón", está demás decir que la canté con toda el alma... si pues, no se a quién debo perdonar pero igual la canté.

Al borde de las lágrimas al cantar "Eva"... para quienes la han disfrutado, es uno de mis himnos! Siguieron "Brazos de Sol" entre otras y una hermosa versión de "Algo contigo" -super!- y terminó con "Todo a pulmón".

Les trancribo la letra del tema, espero lo escuchen como yo, en las dos versiones -la de piano y guitarra- sin embargo, me fascina cuando Myriam la interpreta a guitarra. Simplemente bella! Debo admitir que queda mejor en su voz que en voz masculina. (Proyección que le llaman?) Espero verlos en un proximo concierto.

Es más, te perdono

Letra y música de Noel Nicola

Te perdono el montón de palabras que has soplado en mi oído desde que te conozco.

Te perdono tus fotos y tus gatos, tus comidas afuera, cervezas y cigarros.

Es mas... Te perdono andar como tu andas, tus zapatos de nube, tus dientes y tu pelo.

Te perdono los cientos de razones, los miles de problemas.

En fin, te perdono no amarme,

lo que no te perdono, es haberme besado con tanta alevosía

tengo testigos: un perro, la madrugada, el frío

pero eso si que no te lo perdono, pues si te lo perdono seguro que lo olvido.