Tengo ganas

Tengo ganas de una buena borrachera y una de esas, esas trancas de tu vida donde pierdes el conocimiento y haces huevadas -dicen- de las cuales no te acuerdas al día siguiente.... -dicen.
Tengo ganas y debo decir la verdad.
Tengo ganas y necesito dejar de pensar en él.
Tengo ganas y no solo es ganas es mucho más que estar con él.
Tengo ganas de sentir su olor, aunque lo recuerde fuerte fuerte cuando cierro los ojos y aspiro pensando en él.
Tengo ganas de verlo a los ojos, esos ojitos que tiene, que aún recuerdo tras esas lunas y marcos medios desgastados.
Tengo ganas de oír su voz y su risa, de esa risa curiosa que tenía en tres tiempos hum hum hum.
Tengo ganas de escucharlo en su tono pausado, con esa vocecita y su manera de decirme: "no se amor"
Tengo ganas de verlo mover su cabeza hacia los lados cuando seguía los ritmos de una canción porque no, no baila.
Tengo ganas de sentir su calorcito, ese calorcito suyo tan particular cuando estaba a mi lado.
Tengo ganas de besarlo, de tenerlo a mi lado y besarlo, abrazarlo y no soltarlo jamás.
Tengo ganas de darle un apretón, apretadita.
Tengo ganas de tener su cabeza sobre mi pecho y hacerle piojito con mis uñas.
Tengo ganas de oirlo decir "noooooooooo" cuando le hacía masajes en el cuello.
Tengo ganas de verlo hacia arriba y sentirme protegida a su lado.
Tengo ganas de estar en mi balcón y verlo llegar, sonriendo y mirando hacia arriba.
Tengo ganas de oír el beep beep de su auto y de oirlo cerrar la puerta.
Tengo ganas de volver a dormir en sus piernas, mientras me acariciaba el cabello y hacia esas cosas con la mano tratando de quitarme el dolor de cabeza.
Tengo ganas de escucharlo cantar, y para eso podría poner una grabación que le hice, pero quiero oirle solo a él.
Tengo ganas de soñar con él, de soñar con él, de soñar con él... como no he podido, como no ha sucedido.
Tengo ganas de llamar y decirle mil huevadas -para él- pero para mí sería confesar una vez más y exponer mi corazón a la pared.
Tengo ganas de salir corriendo de casa a esta hora, todas las horas, todas las noches, de ir corriendo a su puerta y decirle que aún lo siento, lo siento mucho.
Tengo ganas de decirle que no es un huevón, que yo soy la cojuda por seguir sintiendo cuando él ya no.
Tengo ganas de verlo a la cara y decirle que me diga de una buena vez en persona que ya no va más, pero en mi cara... en mi cara.
Tengo ganas de que me rompa el corazón de una buena vez porque estar así es horrible, es como saber que no pero no creerlo.
Tengo ganas de llorar, y es más lo hago, pero ya sé que con eso no se gana nada.