Profesora de Inglés, Psicóloga, Madre Soltera, Mujer... y en realidad he tenido otras chambas pero aquí solo doy mi punto de vista sobre lo que me pasa, les pasa a otros y nada. Bienvenidos!

viernes, diciembre 25, 2020

¿Melancolía o sentimentalismo?

Hace semanas que están dando películas navideñas, muchas de ellas culminan con el amor perfecto y feliz de los protagonistas. Me aburrí y decidí buscar algo en Netflix. Encontré Love Story. Emocionada porque el tema musical siempre me gustó, de hecho, una de laamcosaa que espero conseguir algún día es una cajita musical con el dichoso tema. 
Resulta que llegó el almuerzo y yo decidí subir mi comida para acabar la película y al final, me pareció un fiasco. No me gustó, y quizás los comentarios que me pusieron en el Facebook cuando posteé que había encontrado la película y me decidía a verla, me crearon una alta expectativa. Comentaron que lloraría mucho... pero ni una lágrima, ni una penita, nada.
Ayer 24 estuve todo el día en mi cama, haciendo nada, durmiendo principalmente, mi cuerpo ha colapsado de todo el estrés del año y de pensar en lo que viene. En una de mis siestas tuve una "pesadilla". Era 25 y mi Pá habia fallecido el 23. No podia entender por qué no recordaba lo que había sucedido en esos 2 días y cómo mis hermanos podían estar jugando videojuegos como si nada. En mi sueño aparecía SEb pequeño, pero no tanto como cuando mi Pá falleció.
Lloraba desconsoladamente y hacia ruidos que pudieron ser escuchados por cualquiera que pasaba... cuando en mi sueño caigo en cuenta que era eso, un sueño, desperté con lágrimas en el rostro y SEb pasaba mirándome raro. A la hora de la cena comenté esto y Cabecilla me dijo que en efecto, me había oído llorando.
La última vez que lloré en un sueño por mi Pá fue cuando tenía unos 5 o 6 años. Él se iba a Cajamarca en un caballo, y yo lloraba diciéndole que no se vaya. En ese tiempo el viajaba pues estaba en campaña en su provincia.
El llanto era necesario. Tenía muchas cosas guardadas, molestias, frustraciones, fastidios de aquí y de allá. Lo curioso es que no pude terminar de ver una película anoche: It's a Wonderful Life. Me comentaron que era muy buena en Facebook otra vez, pero había que bajar a cenar.
Hoy la encontré en Prime Vídeo y el final me hizo llorar. El valor de la amistad y de hacer las cosas correctas. Debo decir que incluso al mediodía volví a ver El bebé de Bridget Jones y en la escena del matrimonio, se me llenaron los ojos de lágrimas.
¿Será que el llanto de mis sueños disparó en mis emociones guardadas y reprimidas que me impedían mostrarme sentimental? ¿Será que la Navidad me pone así? ¿Será que sí necesito un abracito de amor porque no es suficiente decir que sola estoy tranquila?
Calma. La respuesta es sencilla y se reduce en SPM: síndrome pre-menstrual. 

lunes, diciembre 14, 2020

Ya vete 2020

 De las cosas que uno dice y hace y sobretodo, de las que dijo no sentir....

Bueno, es un mix de todo sobretodo después que mi Lady Mafis me pasó unas imágenes que me hicieron hasta derramar unas lágrimas, especialmente porque Alejandro Sanz estaba en el fondo con Regálame la silla... (alguna vez la puse en este blog, o fue en el otro... o en el otro... )

Hay  cosas que uno dice "Bueno, no son, no es, no será." pero luego queda ese rayito de esperanza, ilusa, pero esperanza.

Felizmente eso no es amor, eso es solo... mmm, cómo llamar a algo que hace tiempo no se daba? Recuerdo. Pues, era eso, recuerdo de los buenos ratos con Muchacho Malo.

Lo divertido, los comentarios de la Doña al ver las fotos hoy. Después de todo, esa era su forma de "levantarme la moral." Ya he aprendido a entenderla... después de 46 largos años!!!!!!!!!!!

Y ahí vamos, estudiando, trabajando, haciendo de todo para tener la mente ocupada porque la pandemia no ha ayudado mucho a poder despejar mi mente como antes, y menos estos dias cercanos a la navidad en los que he estado viendo películas sobre los milagros del amor tontamente.

Volveré a ver compulsivamente Law & Order para hacer perfiles o despertar mi lado psycho.

El trabajo no ayuda, este mes está más relajado después de meses intensos que incluso me han tenido con fisioterapia debido a la mala postura, las largas horas sentadas frente a la computadora, y por si fuera poco, el estrés se reflejó en mi rostro con una reacción cutánea que ni les cuento de vergüenza  (ahora porque luego me dará igual) y mi cuerpo que ha batido su récord con 105 kilos. Sí, mi sacro lumbar y mi ciática sufren por ello también.

Ha sido un año en el que he reafirmado a las amistades y los confidentes, me he vuelto oreja de muchas personas que me llaman para escucharlos pero no les importa lo que pueda estar pasando yo. Será que he llegado a ese punto en la vida en que la gente empieza a competir por quién se siente peor, por quién tiene el mal más doloroso o el peor de los peores de lo que sea? Parece que sí. Y decían que YO llamaba la atención con mi blog. JA!

Empecé escribiendo sobre lo más reciente, voy resumiendo... y este año no me ha sido favorable. No, económicamente (aunque acabo de pagar la última cuota de un préstamo asi que espero nivelarme), socialmente (solo he salido para mi cumple, y unas 3 veces más), laboralmente (bueno, ahí estoy estancada), románticamente (no tengo nada de eso hace mil años, mi último fan lo tuve en el 2016 cuando trabajaba en Miraflores), anímicamente (sin ánimo de nada, por eso he subido tanto de peso) y ya no sé que otro adverbio meter.

Vuestra amiga la Malditamente Fiel, ha comprobado que sigue siendo fiel a todos menos a sí misma.

Veremos qué pasa el 2021.